Anticuada

Me han llamado anticuada, por preferir una rosa a sexo; por preferir el cosquilleo al darte un beso en la mejilla a besar zonas más prohibidas, por preferir tomar tu mano a tu ‘espalda baja’, por preferir una sonrisa de alegría que una de excitación.

Me gritaron: anticuada, por desear más besar tus dulces labios a tu cuerpo; me dijeron anticuada, por sentir la emoción de una rosa a un anillo, por preferir un parque a tu cama, por sostener tu amor entre mis manos que entre mis piernas.

Me dijeron anticuada por llamarte ‘amor’ en vez de por tu apodo más conocido; por besar tu cuello para obtener una risa de nervios , en vez de para llegar a algo más; por temblar de nervios cada vez que te veo pasar, en vez de correr y ahogarte a besos.

Me llamaron anticuada, por preferir una daga en el corazón a tu ausencia; por decir que al ver el cielo veo tu mirada; por hablar de ti a cada instante; por decirte ‘te quiero’ cada que puedo, en vez de cada que te vas; por recordarte y suspirar; por escuchar una canción de amor y que en mi mente pasen todos esos bellos momentos a tu lado.

Me han llamado anticuada, por seducirte poco a poco y dejar un poco a la imaginación; por soñar contigo todas las noches y pensar en un futuro juntos, solamente tú y yo. Me dijeron anticuada por suspirar y esbozar una sonrisa al escuchar tu nombre; por siempre llevar tu foto en mi bolsillo, en lugar de la de mi artista favorito.

Me han dicho anticuada, por ponerme ansiosa al saber que te veré; por ser una chica que no sabe vivir sin ti; porque eres mi fé; por decir que eres perfecto; por no callarme lo que siento… por estar enamorada.

Y la verdad es que si, seré anticuada, pero ésta es mi forma de querer; ésta es la manera en la que los dos escribimos nuestra historia, en la que los dos suspiramos al mismo tiempo y nos entregamos en un beso.

Ésta es la manera de escribir nuestra historia, y yo, no me arrepiento y no lo haré jamás.

Amor, que contigo traes un manto de felicidad, cúbreme de todo daño ajeno a  ti.