Powered By Blogger

sábado, 23 de abril de 2011

Un cuento, que no es de hadas...

¿Alguna vez te has preguntado cómo es que puedes pasar todo el día pensando en ésa persona especial?  Yo no soy una persona muy ocupada, tan solo soy una adolescente más en busca de una felicidad subjetiva e inocente en un mundo paralelo a todo lo que necesito.
Yo, soy Elizabeth Pacheco; una chica de 16 años de edad en busca del verdadero amor, en busca de un príncipe que jamás existirá; o, al menos, eso es lo que yo pensaba…
Bien, a mi edad es muy extraño que alguien diga un ‘te amo’ de corazón y no sin antes haber tenido cualquier tipo de contacto sexual o como quieras llamarle. También dicen que a ésta edad el amor jamás aparecerá, sólo sería un tipo de enfrentamiento hacia lo que en verdad es.
Muchos de nosotros somos juzgados por tener una relación seria y pensar a futuro con tu pareja. Yo no comprendo por qué lo hacen, bueno, yo digo que el verdadero amor se encuentra a esta edad; ¿por qué? Simplemente porque hay una entrega total y pura de sentimientos, no hay intereses más allá de pasarla bien y estar con la persona que tú quieres. En cambio, cuando una persona crece comienza a ver las cosas de manera distinta; y el amor que busca ya no es porque esa persona sea lo que le gusta, lo que le atrae; sino, busca más allá el crecimiento de sí mismo. ¿Qué me refiero con esto? Por ejemplo, cuando tienes tu primera pareja, la pasas bien por un rato y tal vez luego le vas encontrando defectos y defectos … cuando decides estar con otra pareja, la buscas sin esos ‘defectos’, que al principio eran perfectos en la otra persona, y así consecutivamente hasta encontrar algo parecido a la perfección, mas no al amor.
En realidad no todos somos así, todavía existimos personas que buscan sólo la felicidad por sobre cada defecto. Y lo puedo decir por experiencia, yo busco el amor, no busco la perfección de él.  Pero, ése no es el tema.
Yo quería llegar a ésta parte: ¿Qué pasa cuando encuentras ése ‘verdadero amor’, a ésta edad, y  se aparta de ti? Es decir, ¿qué pasa cuando estás seguro de estar en el lugar correcto, con la persona indicada, y de repente todo se esfuma? Yo, sinceramente no sé y todavía no encuentro respuesta. Podría formular hipótesis, pero sólo quedaría en teoría…
Si alguien se te clava en el corazón, ¿Cómo lo sacas de ahí?.  Si tú solamente aprendiste a amarlo a cada segundo que pasaste a su lado y jamás aprendiste a cómo olvidarlo. Aprendiste a extrañar, aprendiste a querer, aprendiste a amar, aprendiste a entregar y a crecer, a soñar, a volar y a pensar con él.
Sé que no debo sentirme mal o triste, pues hay muchísimas personas como yo o tal vez en situaciones peores; pero, aún así, es difícil vivir sin esa persona; aquella que se llevó tu corazón, tu alma, tu todo…
La vida debería regalarnos 2 oportunidades, una para cometer errores y aprender y otra para remediarlos. No sé si sea la única persona que quiera regresar el tiempo, para decir unas últimas palabras y quedar con la conciencia bien, ésas últimas palabras serían: ‘Yo te amé, te amo y te amaré, ayer, hoy y siempre. A pesar de lo que tú quieras, pienses y pase, eso no cambiará, mi amor. Yo te esperaré’.  Sé que esas palabras harían de mi presente, un presente mejor y tal vez con el amor de mi vida a mi lado. Sé que no debo pensar cosas que ya no pasarán, pero soñar no cuesta nada.
Si, así soy yo. Elizabeth, Ely, Liz, La pequeña Ely, que jamás parece estar triste; pero que en el fondo está más que destrozada, por una persona que jamás olvidará; y redactando la historia de ésta su princesa y su sentir…
Al principio, buscaba un príncipe azul. Tal y como lo pintan en los cuentos de princesas, ojos azules, fuerte, amoroso, tierno y cariñoso; entregado totalmente en el amor, llevándole un centenar de rosas a su amada, a veces en secreto, a veces en público; dándole cartas de amor, expresando todos y cada uno de sus sentimientos; un príncipe, un hombre perfecto, junto con un final feliz; pero, siempre existe un dragón en el castillo, uno que jamás deja que sea fácil el encuentro de amor. Aunque siempre el príncipe termina venciéndolo y se queda con la princesa,  con esa bella doncella de sus sueños.
Y bien, ni el príncipe, ni el final feliz  existen, y lo he aprendido con el paso del tiempo. Por eso he decidido hacer la imagen de mi propio príncipe: Atento, amable, cariñoso, expresivo. No necesito un centenar de rosas, ni un ciento de cartas con sus sentimientos plasmados. Ni necesito que todo el mundo sepa de nuestro amor, con que él y yo sepamos es más que suficiente. Y mi final feliz: simplemente, con él.
Pensando lo bien, ¿A quién engaño? Ése príncipe mío si existe; pero jamás sería mío, otra vez.  Yo ya estuve en sus brazos y me regocijé en ellos, pero no volveré a hacerlo y no porque yo no quiera; sino porque él ha marchado en busca de otra doncella, en busca de su verdadero amor. Si; mi verdadero amor está en busca de su verdadero amor. Y por lo tanto, mi final feliz también se ha arruinado… ¡Qué estupidez!
Pero la magia de éste amor, siempre tan puro, trazó en el camino del príncipe una infinidad de retornos; para que alguna vez, aunque sea por equivocación, tome un retorno y regrese por mí, por mi amor verdadero y cumplamos juntos ése final feliz que fue trazado para nosotros.
Aunque, para ser sinceros, los príncipes jamás vuelven por una doncella que ya fue rescatada, aunque se encuentre en peligro de nuevo.
Fue ahí cuando voltee a mi alrededor y me di cuenta que yo era mi propio dragón, jamás podría ser libre sin antes haberme librado de ese maldito y estúpido dragón. Mi barrera para alcanzar la felicidad: Yo.
Y así volví a recostarme en aquella cama, en espera de que otro príncipe apareciera. Sin embargo; sé que por mi reino se ha expandido la noticia de que existe un dragón maligno dentro del castillo, de ésta noble princesa, que jamás dejará que un príncipe la salve; ya todos los príncipes y valientes caballeros han desaparecido y se han ido por otra vereda para rescatar a otras princesas.
Aún así  seguiré recostada, esperando mi última oportunidad. Aquella que la vida me debería dar. Y aún sabiendo que no la merezco, lo intentaré sin esperar otra nueva ilusión; abriéndome paso hacia un nuevo príncipe valiente y aventurero que esté igual de destrozado que yo, y que sea tan estúpido, semejante a mí, que desee adentrarse al castillo en busca de mi, de una noble princesa. Esperaré tu regreso, mi hermoso príncipe. Porque aunque tú no estés como yo, somos almas gemelas; alguna vez me lo dijiste y prometiste el estar a mi lado siempre, entonces, esperaré a que cumplas ésa última promesa.
Y, así es como contesto la pregunta realizada al inicio: Yo pienso en ti porque tú y yo somos uno. No puedo pensar en ti, sin pensar en mi dolor. Pienso en ti y mi felicidad vuelve. ¿A qué me refiero? Tú eres mi amor verdadero, mi dolor eterno; mi felices para siempre…

Todos dicen que ya no te quiero, es mentira  verdad.

domingo, 17 de abril de 2011

¿Hasta cuándo?

Y ésta vez me encuentro sola en mi cuarto, esperando a que esa puerta se abra y de atrás salgas tú con un ramo de mis flores favoritas y dándome la respuesta a mi pregunta, dándome ése ‘SI’ que tanto esperé.
Me conozco y sé que no pasará eso. Quizás esas promesas que se quedaron en el aire ya no existen, se han quedado vacías en el aire; convirtiéndose en ese abismo profundo en el que caigo día tras día y noche tras noche.
De pronto todo se torna turbio y gris, comienzan a venir los recuerdos a mi cabeza; caigo en mi cama, de espaldas, y comienzo a pensar en todo… Ya sé lo que viene después, y tú también lo has de saber. Las lágrimas comienzan a inundar mis ojos y se derraman una a una en mis mejillas; ¿qué me está sucediendo? Ésta no soy yo, yo solía ser fuerte; pero, tú solías ser mi fortaleza.
Amor mío, es que de mi estás tan alejado, que ya ni alcanzo a ver bien los recuerdos. Ya no quiero llorar más por tu ausencia, quiero recuperarte, quiero tenerte para siempre, quiero que mi abismo se convierta en un arcoíris de amor, y que con sus colores nos inunde de inmensa pasión.
¿Sabes cuántas cosas daría por que estuvieras aquí, a mi lado, abrazándome? Quisiera dar todo lo que tengo para volver y rogar una vez más, porque ahora ya no puedo hacerlo de nuevo. Por favor, mi todo, déjame rodearte con todo mi amor, con toda la pasión que me faltó por darte, que es infinita.
Quisiera pasar aunque sea una vez por tu mente., así como tú lo haces por la mía.  He buscado tanto la manera de volver a atrás, la manera de remediar mis errores, pero por más que pienso, no consigo nada. Quiero deshacerme de ti y de tu recuerdo, pero te quiero demasiado y sólo consigo clavarte más y más en mi corazón.

Ahora dime, amor mío, ¿hasta cuándo volverás?

Te necesito en verdad. Te quiero, vida mía.

jueves, 14 de abril de 2011

Nadie lo sabrá...

Te tengo a mi lado, es una bendición. Sé que no podré volver a soltarte jamás porque cada abrazo que me das se siente TAN BIEN, que es imposible dejar que te marches aunque sea por un segundo. Cada palabra de amor que me dices, la siento tan cálida, ¡tan verdadera! . Eres el único para mi, lo sé y lo siento. Eres esa persona especial que todos buscamos en la vida, y, ¡Qué suerte haberte encontrado! Bendigo cada momento a tu lado, porque TODO, absolutamente TODO, es maravilloso contigo.

La verdad no sé en donde estamos, sólo sé que a ése lugar ya hemos ido tiempo atrás, fue donde reescribimos una historia que ahora continuamos; siempre me ha gustado ése lugar, es tan hermoso…  Tomas mi mano y mi cintura, nuestro caminar es un bamboleo sin otro sentido más que estar juntos en un instante eterno, en nuestro pequeño ‘por siempre’.
No sé como es que ahora estas conmigo, respirando el mismo aire, en el mismo lugar; y sinceramente no me importa el cómo, solo quiero disfrutar de ti. Me volteas a ver y me sonríes, siempre lo he dicho y lo sostengo: ¡Qué hermosa sonrisa tienes!’  Nunca hallaré una igual o parecida. Eres único en todo sentido, mi amor.
Y, me empiezo a sentir segura a tu lado; comienzo a sentir una felicidad inmensa y empiezo a imaginar tantos momentos que nos faltan, juntos.  Veo el cielo y sonrío, jamás me quiero ir de tu lado…
Me tomas de la cintura, alzas mi barbilla y me besas, me bajas una estrella, me bajas el cielo completo… Me haces sentir tanto, enserio, tanto… Me siento como una loca, por amar tanto, por entregar tanto. El verte a los ojos es la cosa más hermosa que me puede pasar en la vida; tus ojos tan profundos, tan bellos, siempre llenos de amor y de ti.
No puedo dejar de admirar tu bello rostro y cada parte de ti, eres perfecto. No podría pedir más, con sólo estar a tu lado tengo todo y soy la mujer más feliz del mundo; el verte reír, me hace ser feliz; el verte a mi lado, me hace respirar; todo tú me hace ser alguien, me da un propósito para vivir.
Rozas mis manos y comienzo a estremecer, mi estómago siente ‘mariposas’ y no puedo evitar sonrojarme. ¿Cómo logras hacer todo eso? No lo sé, pero es lo más increíble que me ha pasado en mi vida.
El viento sopla fuerte y me despeina, tomas tu mano , acomodas mi cabello suavemente, besas mi frente y dices: ‘Eres muy bella, mi amor. Como sea siempre te ves hermosa…’  Es inevitable enamorarme cada vez más de ti.
Me subo en tus pies para besarte, pero, antes de llegar siquiera a rozar tus labios, abro los ojos…
Sabía que no podía ser tan perfecto, sabía que no podía ser real. Era sólo un sueño y sigues alejado de mi, sigo sin ti y comienzo a morir poco a poco de nuevo. Me hacen compañía la soledad y tu ausencia. Quisiera seguir soñando contigo, que estas a mi lado, para no morir a cada segundo, para volver a sonreír…

Juro no volver a comentar nada de esto, juro que nadie lo sabrá...

Te necesito a mi lado lejos de mi...

jueves, 7 de abril de 2011

Mi vida entera, en un beso

Hemos llegado por fin, ¿dónde estamos?; recorro con mi mirada el lugar y veo que realmente es hermoso, muy natural y despejado. De pronto, tus brazos rodean mi cintura -¿Te gusta?- susurras ligeramente a mi oído.
-¿Cómo no me va a gustar? ¡Es realmente hermoso! – Exclamo, después de sentirme verdaderamente especial, cosa que hace mucho tiempo no me pasaba.
Sonríes, vaya que tú sonrisa es hermosa, no sé como antes no lo había notado. De pronto, te paras frente a mí y estiras tu mano con una rosa roja de por medio, la pones en mi mano y yo te sonrió. ¡Qué hermoso detalle!
Me preguntas si me gustaría ir a dar una vuelta, bien, yo pienso que no hay mejor idea, me gustaría mucho explorar el lugar. Vamos paso a paso por todo el lugar, yo sólo veo pasto, árboles, flores de diversos tipos, insectos… Pero, me gusta; ¿sabes por qué? Porque estás conmigo.
Encontramos un arroyo y nos sentamos en la orilla, comenzamos a lanzar piedras al agua, enserio, encuentro muy divertido el estar a tu lado. En eso, tomas un poco de agua entre tus manos y me salpicas un poco, en forma de broma; yo no me enojo, al contrario, me gusta que juegues conmigo; y así va pasando el tiempo hasta que viene a mi mente una pregunta: ¿Cuánto tiempo hemos pasado haciendo esto? Bueno, realmente es algo que no me importa. Sé que contigo el tiempo pasa muy rápido, pasa muy bien.
Tiempo atrás había deseado regresar cada segundo hasta cierta fecha, pero, ahora quiero pausar este momento, contigo. Es algo extraño, ¿sabes?.
Me invitas a recostarme en el pasto y mirar el cielo juntos. Comenzamos a ver figuras en las nubes, pero, yo comienzo a ver tu rostro en el cielo, me siento bien y sonrío; es en ése momento donde tomo valor y me recargo en tu pecho, puedo escuchar  acelerarse el palpitar de tu corazón y, tú me rodeas con tus calurosos brazos, que ahora son mi refugio, me siento segura, me siento completa.
En eso, me quitas la cabeza de tu pecho. ¿Qué pasa?  - yo me pregunto, pero, tomas con tu mano mi barbilla, alzas mi cabeza y me das un dulce beso en la frente…
Creo que nunca había experimentado tantas sensaciones juntas, me sentía feliz, quería saltar  de alegría; pero fui prudente y me contuve.
Nos levantamos despacio, pues no queremos irnos. Se nota que a ti también te gusta estar conmigo, lo puedo sentir.  Me tomas de las manos y antes de partir de nuevo, me besas. Pero, no es cualquier beso, es un beso de amor. ¿Será que eres la persona que yo tanto esperaba? Si, ese beso responde todo. No estuve equivocada al darte entrada en mi vida, no me arrepiento…

lunes, 4 de abril de 2011

Morir para ti

Morir, morir para ti
saber, que yo di todo
y tu nada para mi
estoy, en un pozo sin fondo.

Caer, caer hasta sentir
necesitar todo de ti
quedar en plena soledad
y saber que no hay mas que amar.

, sé qe por mi tu morirás
eso me gusta, me gustará
tu dolor será mi dolor
necesito ver si mueres de amor.

Muere, muere por mi
para que sepas que yo di todo por ti
una razón mas deberías de dar
para ver si puedes recordar.


Yo a obscuras
se que aun puedo deletrear tu nombre
y sin embargo no me cura
el ver que ya no eres mio, mi hombre.


¡Adiós!, angustia me espera
pero qiero que tu sepas
estaré para ti.
Una eternidad aquí..

Un día más sin respirar, ¿qué más da?

¿Y como esperar lo que no sabes que vendrá?
Si el mundo es solo una rueda de la fortuna, donde caes y subes todos los días...


¿Cómo es que la vida sigue, si el corazón está roto, si no se tiene uno?
Sólo queda esperar, no dejar que la vida controle el destino, dejar que todo pase como si el corazón estuviera a la perfección, aunque no fuese así.


Queda esperar una partida eterna donde el viajero es tu propia alma, y lleva en su maleta el corazón, su boleto es tu sonrisa y el precio es una lágrima, la única que podría ser tú salvación.


Las promesas del ayer se esfuman, los sueños se quedan en la mente y aunque quiera sacarlos por mas que intente no salen, en cambio se quedan cada vez más grabados. Sé que no soy la mejor persona, que no tengo motivos para vivir, que no beneficio a nadie con mi existencia, pero hay algo que me motiva u_u.


Si tan solo supiera que siento que muero cada vez que lo veo, que muero y vivo por el, que me falta el aire y que el me lo brinda, que es todo y nada a la vez, que es mi cielo, mi infierno...




Quiero pensar que cuando estas lejos, aún piensas en mi, que caes en el profundo deseo de tomarme entre tus brazos, que todo lo que quieres lo tengo yo, pero se que no es así, sé que tu solo te esfumarás y me verás como una más de aquellas "importantes" en tu vida, que poco a poco se irá borrando de tu mente, de tu corazón, de tu alma, porque así esta escrito, porque así lo quisiste, porque no pudimos impedir todo esto.


Necesito que mi mirada se dirija al cielo, y no vea esas sonrisas, no vea esos momentos, que solo vea un vacío para que mi mente se quede en blanco, para no pensar, para estar bien, sin nada, sin sentir, sin respirar, sin vivir...




¿Y cómo esperar lo que no sabes que vendrá? ...




Ya bésame cállate.

El sabor de tus recuerdos

Esperando en la parada del camión, veo a lo lejos llegar uno. Va hacia mi destino, genial, no me retrasaré; pues tengo mucha hambre. Subí al camión; si hubiera sabido lo que pasaría, me hubiera esperado al siguiente...

Me senté en el lugar de siempre, a 3 asientos de la puerta trasera. El camión comienza a avanzar y mis ojos recorren las calles de siempre, nada nuevo...  De repente, el camión se para y abre sus puertas; me dió curiosidad saber quién había sido el causante de ello y me pregunté: ¿Hay más lugares? Siempre me ha incomodado que un extraño se siente a mi lado, pero, el único lugar vacío era el de mi lado. 
Se subió una chica, pero, yo había visto antes su rostro, ¿dónde?, no recordé, pero estaba segura de conocerla. De un instante a otro se sentó a mi lado; cosa que no me incomodo porque sabía que era una conocida. Al verla de cerca, se estremeció mi ser...

¿Será acaso ella, por la que despreciaste mi amor?, y miro su cara, sus ojos, su pelo; y me pregunto: ¿Qué tiene ella, que no tenga yo? Clásico. Pues bien, ella es linda, me atrevo a decir que es mucho más linda que yo; sus ojos, como dos bellas esmeraldas; su pelo, tan sedoso; sus manos, como las de un ángel; sus labios, tan delineados... y, ¿qué tengo yo a comparación de ella? Simple, NADA. En éste instante me es mucho más fácil preguntar: ¿en qué te fijaste de mi?. Vamos, yo no soy tan bella como las demás mujeres que has tenido. Algo me tuviste que ver, pero no encuentro la razón o el qué.  Tal vez sea una pregunta que jamás podré responder.

Y es ahí cuando vienen los recuerdos, y, en mi mente, recorren cada uno de los bellos momentos a tu lado; cada instante en el que yo fuí la causa de tú alegría. Suspiro y esbozo una sonrisa en mi interior; pero no viene sola, está acompañada de una lágrima de felicidad, ¡Qué bellos momentos!.   Siento aquella pequeña gota, muestra de mi alegría, derramarse por mi mejilla, deslizándose de una manera singular; de pronto, esa gota, se torna en otra y en más; y de felicidad, paso a la agonía, la sonrisa se convierte en amargura, el suspiro ahora es un nudo en mi garganta y en boca sólo siento el amargo sabor de tu partida, de tu ausencia en mi vida...

No resisto, me tengo que bajar del camión; me levanto y ella se hace a un lado, no sin antes mostrarme una sonrisa; juro que traté de darle un buen gesto, pero, por su rostro, creo que no lo conseguí.

Al fin el camión se para, me bajo y sé que estoy fuera de ése tormento. Es hora de caminar para llegar a mi casa, espero no recordar de nuevo el amargo sabor de tus recuerdos...


Yo aún te amo, ya no te quiero.